El 25 de Enero de este año, el
Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) se reunió para llevar a
cabo la selección de las personas que fungirán como funcionarios de las mesas
directivas de casilla durante la jornada electoral del 1 de julio. El resultado
de la primera insaculación dio como resultado a las personas que hayan nacido
en los meses diciembre y enero, además,
se acordó que en marzo se llevaría acabo la insaculación del 10% de los
ciudadanos que se encuentran en la lista nominal de electores, de la cual se
seleccionarían las mesas directivas de casilla
Tal como se había estipulado, en
marzo se reunieron en sesión extraordinaria para realizar el sorteo que daría
como resultado la letra del alfabeto que correspondería con la primera letra
del primer apellido de los ciudadanos que serian seleccionados como
funcionarios de casilla. Dicha letra, resultó ser la “S”.
De esta forma se seleccionó al
más de millón de ciudadanos que recibirán y contarán los votos el 1 de julio,
repartidos en alrededor de 146,000 mesas directivas de casillas
A todo esto, considero que el IFE
comete un error en la forma de elegir a los funcionarios de casilla,
básicamente es un error de carácter técnico estadístico que si bien no es para
desgarrarse las vestiduras, sí deja mucho que desear de esta institución dados
los recursos económicos y humanos con los que está dotada.
El error consiste en que el IFE
considera a todo el alfabeto (29 letras), de las cuales selecciona una,
combinándose con el resultado del mes del año, cada letra conforma un bloque
constituido por cualquier cantidad de apellidos y por su puesto, cada letra no
cuenta con la misma cantidad de éstos, ya que la distribución de apellidos en
el país no es igual, es decir, no es la misma cantidad de apellidos que uno
puede encontrar de la letra “h” que de la letra “ñ”, es claro que existe un
sesgo. Aclarando que las letras sí tienen la misma probabilidad de ser elegidas,
1/29 de probabilidad, pues es una elección simple con una variable aleatoria.
Lo anterior conlleva a que el
número de personas que serán seleccionadas como funcionarias de casilla se
acote pero de una manera desigual, pues no se permite que todas las personas
tengan la misma probabilidad de ser elegidas.
Por obvias razones me es
imposible tener acceso a la lista nominal, pero el IFE publica las listas de
los apellidos que más se repiten en el padrón. La lista nominal se compone de
79,289,123 ciudadanos, el apellido paterno Hernández es el que más se repite
con 2,171,471 correspondientes al 2.73% de la lista nominal, además de ser el
apellido que más se repite en 14 estados de los 32, si también consideramos el
mismo apellido incluyendo los maternos, se repite 4,408,149 equivalentes al 5.55%.
El apellido López –considerando únicamente los paternos- se repite 535,242
veces, que corresponde con el 0.67% y es el apellido que más se repite en 5
estados. De aquí le siguen los apellidos García, González, Martínez, Rodríguez
y Chan, nótese que tanto García como González comienzan con la misma letra. En
resumen, si consideramos los apellidos paternos que más se repiten de la lista
nominal, son 3,558,621 equivalentes al 4.48% del total, repartidos en 32
estados. Note que desde el momento que existen apellidos que se repiten más que
otros, la distribución de los mismos se vuelve desigual, por lo tanto el
mecanismo de sorteo que realiza el IFE no es del todo correcto. Se entiende que
se ha venido haciendo de esta manera por conveniencia, pues es una manera
rápida de realizar el sorteo, además que utilizan el mismo criterio para
cualquier parte del país, no obstante no significa que sea lo adecuado.
Una manera correcta de elegir a
los funcionarios de casilla, es considerar las secciones electorales, que son
un área geográfica más desagregada que los municipios ya que están compuestas
por manzanas urbanas o localidades rurales, las secciones tienen la
características que están formadas con respecto a la densidad poblacional
contando las mismas con una distribución normal de la población. Lo que debería
de hacer el IFE es; por cada sección realizar un sorteo en el que todos los
ciudadanos tengan la misma probabilidad de ser elegidos. El problema que quizá
enfrentaría el IFE al considerar las secciones electorales sería el tiempo y la
logística que esto conllevaría, pues actualmente existen 65,747 secciones
electorales. De lo anterior se deduce que tendrían que hacer 65,747 sorteos
para elegir a los funcionarios de casilla, sin embargo por elevada que parezca
la cantidad, el IFE cuenta con todos los recursos tanto humanos y económicos
para realizarlo.
Este error que comete el IFE no
condiciona elecciones, ni vuelve vulnerable la democracia del país, no obstante
sorprende que una institución de la talla del IFE, con las responsabilidades
que carga, no sea purista en el sentido técnico a la hora de realizar la
elección de los funcionarios de casilla, pues como ya se mencionó
anteriormente, cuenta con todos los recursos para no cometer errores de este
tipo.
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