Durante las últimas semanas se ha
estado hablando a través de casi todos los medios de comunicación sobre los
temas de falsificación y de piratería, todo con respecto a la ley SOPA (Stop Online
Piracy Act) que estaba por aprobarse en Estados Unidos y que básicamente busca
detener el flujo de archivos ilegales en la red, así como la protección de los
derechos de autor, entre otras cosas. No pretendo explicar nada acerca de la
ley debido a que aparte de que no soy experto en el tema, existe una gran
cantidad de artículos, incluso videos que explican de manera clara y precisa
los detalles de dicha ley.
Mi principal inquietud que quiero
externar está relacionada con las descargas de internet como música, videos,
películas, libros, manuales, software, etc., todo lo que tenga protecciones de
copyright.
Pocas personas se han detenido a
explicar por qué las personas descargan contenido ilegal de internet.
Básicamente la respuesta a priori
puede ser porque no tiene “ningún costo” aparentemente, porque se paga por una
conexión a internet de alta velocidad que en relación con los países
desarrollados ni es tan veloz y tampoco tan barata.
En los últimos años han surgido
millones de foros, blogs y sitios donde se comparten todo tipo de archivos con
protección de copyright, la gente accede y puede descargar básicamente
cualquier programa, canción, video o lo que desee sin necesidad de pagar por
él. Antes de continuar quiero aclarar que lo anterior no es algo que me agrade,
pues de cierta forma se afecta a la economía con este tipo de prácticas, sin
embargo entiendo perfectamente las razones por la que las personas lo hacen.
Como ya se mencionó
anteriormente, tiene que ver con el bajo costo de lo que se consigue ya que los
precios de lo “original” suele estar lejos del alcance del ingreso de la
mayoría de las familias mexicanas, sin duda esto no es una justificación y
tampoco un motivo para que las personas sigan incurriendo en estas prácticas,
sin embargo es más responsabilidad de las empresas que son incapaces de generar
mejores modelos de negocios que les permitan llegar al mercado de las personas
que les gusta disfrutar de muchas cosas a bajos precios, y es que resulta
imposible pagar un sistema operativo de $3,599.00, un paquete ofimático
(office) de $9,499.00, antivirus de $1,469.00 por mencionar algunos. Además,
comprar una película de $250.00, un juego para la consola de almenos $500.00,
un disco compacto de su artista favorito $200.00. A lo que se quiere llegar es
que es imposible acceder a estos precios para una persona promedio en México,
por tal motivo existe gente que incluso paga cuentas Premium de sitios de
descarga como el clausurado megaupload.com las cuales costaban hasta U$D 200.00
de carácter vitalicio, lo cual deja claro que sí existen personas dispuestas a
pagar cierta cantidad de dinero, pero no tanto. Muchos de los usuarios emplean
la lógica de que invertían 200 dólares en una cuenta de por vida, de la cual
desquitaban su precio quizás en unos días o en unas semanas, además les daba
acceso ilimitado y otros beneficios.
Lo que vale la pena recalcar es
que no es que la gente no esté dispuesta a desembolsar dinero para tener
software, música, videos, etc., lo que no está dispuesta a hacer es verse
estafada por el ineficiente modelo de negocios que impera en las compañías de
software y entretenimiento, porque bien se sabe que sacan 1 versión nueva de Windows
cada 2 o 3 años, el antivirus lo renuevan cada año, de office lanzan versiones
cada 2 años y así sucesivamente. Entonces sucede que las personas tienen que
volver a pagar por la nueva versión que dicho sea de paso y citando lo que
usualmente se dice cuando lanzan nuevas versiones “mejoran el rendimiento del
equipo, se repararon errores y se incorporaron nuevas características” lo cual
en mi experiencia nunca se ve reflejado, ya que es un discurso dicho a medias
ya que sí, mejora el rendimiento del equipo obviamente adquiriendo nuevo
hardware, quitan errores pero cometen otros y las nuevas características tienen
que ver conque ahora el color de la ventana se puede poner no en 2, sino en 3
escalas de gris.
Otra parte importante con
respecto al software es el que se utiliza con fines académicos, resulta difícil
creer que un alumno promedio pague 179 dólares por una licencia de un año de
STATA (software estadístico) que seguramente sólo utilizará un semestre de su
carrera, o en el mejor de los casos en un posgrado. Lamentablemente siempre se
ha buscado cortar el hilo por la parte más delgada y esta tiene que ver con el
usuario final, ya que es evidente la incapacidad de generar modelos de negocios
que hagan rentable sacar al mercado licencias académicas de corta duración o
que se distribuyan en instituciones educativas y centros de investigación a
usuarios que las van a utilizar. Es claro que a través de las licencias se debe
financiar la investigación que se realiza para el desarrollo de software, pero
también quizá deban de entender que puedan tener mayor cobertura introduciendo
al mercado licencias accesibles para quienes no pueden pagar una licencia
comercial o personal pero que requieren el uso del software.
Es destacable lo que ha hecho Microsoft
en este sentido ya que para su versión más reciente (Windows 7) incorporó 6
diferentes tipos de licencia, ninguna es gratis obviamente pero la más barata
oscila en los 799 pesos y la más cara ronda los 3,599 pesos, sin embargo olvidó
hacer lo mismo para sus versiones de office. También STATA ha adecuado sus
licencias para 4 diferentes tipos de usuarios, no obstante la licencia más
barata es de 179 dólares de uso académico personal. Lo lamentable es que hemos
sido educados informáticamente en la plataforma de Windows, el monopolio de Microsoft
que poco a poco va perdiendo mercado frente a Apple, hace unos 5 años dominaba
totalmente el mercado Mexicano, lo negativo de esto es que si bien resulta
cómodo que todos usen el mismo sistema operativo, los desarrolladores de
software en ese entorno de confort solamente diseñaban software para Windows,
ahora, más recientemente comienzan a desarrollar software de forma paralela
tanto para Windows como para MacOS. Lo anterior representa una desventaja para
el usuario ya que lo incapacita de poder utilizar software libre de código abierto,
impidiendo que ese usuario realice las mismas actividades y operaciones como si
las realizara en cualquier otro sistema. Incluso organismos gubernamentales
como INEGI, Banco de México, SAT han desarrollado herramientas de software para
realizar búsquedas y operaciones en sus portales de internet y están diseñadas
para funcionar en el sistema operativo más popular que es Windows, lo cual deja
sin alternativa a los usuarios. Por tal motivo, es imposible hablar de frenar
las descargas de internet y detener la piratería si antes no existe una
diversificación de productos tanto de empresas privadas como públicas.
Particularmente yo trataría las
descargas con contenido multimedia por separado, ya que es una lógica distinta
la que percibo, ya que la música y el cine son considerados como arte y como
tal son necesarios divulgar. Aquí lo que quisiera resaltar es la lógica de
acumulación y enriquecimiento por parte de las compañías disqueras y
cinematográficas, además de su falta de capacidad de –insisto- generar mejores
modelos de negocios, por una parte, un mexicano hace un esfuerzo por pagar un
concierto que no son baratos y por pagar entradas al cine que tampoco son
baratas y que además, se sabe no sólo se pagan entradas cuando uno visita el
cine, y tampoco sólo se paga un boleto para un concierto sin generar derrama de
dinero, es decir, las compañías disqueras y cinematográficas recaudan dinero a
través de las taquillas tanto en cines como en teatros, estadios, y en general
en cualquier lugar donde se presente el artista, el cantante o la película, sin
considerar los consumos de los usuarios en otras cosas como alimentos, bebidas
y souvenirs, todo un negocio redondo. Por tal motivo desapruebo que saquen
discos compactos al mercado a precios tan elevados, cuando de entrada ese
dispositivo ya está siendo desplazado por los reproductores de mp3, los cuales
son más portables y les caben más canciones, de igual forma aplica la misma
lógica con las películas, que desde mi punto de vista es una actividad aún más
lucrativa que la música. A todo esto las compañías disqueras se niegan a seguir
invirtiendo en investigación y tecnología para poner sellos digitales a sus
discos, incluso suena incongruente que Sony promocione sus dispositivos
reproductores de mp3 los cuales no cuentan con ningún tipo de mecanismo
antifalsificación y antipiratería como el iPod de Apple y además se queje
frecuentemente de que falsifican sus discos o están disponibles en descarga
gratuita en internet, de la misma forma la misma compañía (Sony) fabrica
grabadoras/copiadoras de CD, DVD y recientemente de Blu-Ray.
Es importante que no se trate de
cortar el hilo por la parte más delgada, las leyes antifalsificación no
solucionan el problema, sólo ayudan a controlarlo momentáneamente porque
después de algunos meses seguro salen dispositivos o mecanismos que burlaran
todas las medidas de seguridad que puedan poner, cerrar los sitios de descarga
como megaupload seguro logrará que ahora se utilicen servidores situados en
países donde son legales los respaldos de información como en Chile o en Rusia,
quizá se regrese al método de descargas P2P (Person to Person). Difícilmente
los gobiernos a favor de la ley SOPA han dimensionado las consecuencias de todo
esto, se hablaba que los proveedores podrían analizar cada paquete de datos
enviados a través de su red, pero seguramente no lo harán, almenos no en México
porque no cuentan con la infraestructura ni con la tecnología necesaria para
realizarlo, como siempre cortarán el hilo por la parte más delgada, simplemente
bloquearán en su red una lista de direcciones web para que no puedan acceder
desde ninguna computadora, similar a lo que hacen en China (sí, en la criticada
dictadura China).
Aun así, sigo siendo optimista y
no veo una catástrofe en todo esto, tampoco me desanima si en algún momento
logran aprobar parcial o totalmente la ley SOPA, lo veo como una oportunidad
para que florezca como lo debió haber hecho desde hace varios años el software
libre y logren derrocar los imperios de la informática y el software que
compran campañas presidenciales y que si están en el mercado es gracias a los
usuarios y que lamentablemente es siempre a quien más terminan perjudicando,
porque tampoco ellos hacen las cosas también. En este sentido, hay formas de
hacer las cosas y definitivamente estoy convencido de que si quieren implementar
leyes antifalsificación que lo hagan, seguramente beneficiará a la economía,
pero debe de hacerse el cambio de fondo, pero además añadiría que la
implementación de estas políticas deberían venir acompañadas de un mayor gasto
en la investigación y desarrollo de software, además de otorgación de créditos
a pequeñas y medianas empresas que se dedican al desarrollo de software y que
manejan código abierto para no dejar atado de manos al usuario que finalmente
es por quien están llevando a cabo todo esto pero también es a quien terminan
afectando.
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