viernes, 8 de julio de 2016

Las señales que no se entienden

La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea provocó un ajetreo en los mercado financieros internacionales en donde los flujos de capitales corrieron de un lugar a otro en búsqueda de seguridad. Como era de esperarse, México no permaneció ajeno a los efectos del Brexit y aquí me voy a concentrar en solo un par de éstos que son dignos de mencionar.
Primero que nada, es preciso identificar que la depreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense ha sido constantemente creciente. Ha sido un proceso de largo plazo, sin embargo imperceptible, no obstante se ha agudizado al punto en que la moneda mexicana se ha devaluado en términos reales dos veces más en los últimos tres años que en los veinte anteriores.

La desestabilización provocada por el Brexit no hizo más que acelerar este proceso de depreciación constante que mostraba signos de recuperación en la última semana antes de dicho evento gracias al alza de los precios del petróleo, sin embargo las decisiones tomadas en un primer momento por el Secretario de Hacienda y en un segundo momento por la junta de gobierno del Banco de México, dejan más dudas que respuestas sobre el futuro de la salud de la economía mexicana.

El referéndum llevado a cabo en Gran Bretaña fue el día 23 de junio, fecha en que el dólar tenía un precio a la venta de 18.20 pesos, cuando se supo que había ganado la opción de abandonar la Unión Europea, pasaba de la media noche en la Gran Bretaña, por lo que las bolsas europeas estaban cerradas, las bolsas de Asia recién habían abierto, mientras que en México era mediodía. La noticia provocó un desplome inmediato del peso que durante el transcurso de la tarde, al punto en que para las 11 de la noche de México se había alcanzado un máximo de 19.50 pesos por dólar.

Eran aproximadamente las 11:30 de la noche cuando la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) anunció que debido a las consecuencias esperadas por el Brexit, veían difícil incrementar la tasa de interés en las próximas semanas. Esta decisión, parece ser la más sensata, pues la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea condiciona el desempeño de esta economía y de todas aquellas con las que tiene relación, por lo tanto la FED anticipa esta situación y ante un escenario de desaceleración económica, decide no moverle a la tasa de interés, lo cual se entiende, pues de subirla implicaría acentuar una posible desaceleración económica. Después de este anuncio, poco antes de la media noche, El Secretario de Hacienda llamó a reunión urgente a las ocho de la mañana.

El día 24 de junio, después de la reunión de aproximadamente dos horas, a las 10 de la mañana El Secretario anuncia el recorte presupuestal de 31 mil millones de pesos del gasto corriente con el objetivo de “blindar” a la economía mexicana ante la prevista desaceleración provocada por el Brexit. Este anuncio nos dejó con más dudas que respuestas, en primera porque un anuncio de recorte del gasto de gobierno por sí mismo tiene connotaciones negativas, en segunda porque en momentos donde se prevé una desaceleración, suena lógico que las empresas se “blinden” ante las posibles turbulencias esperadas, más no el gobierno, ya que es quien se espera que haga frente a los problemas en los momentos de inestabilidad, por lo que un anuncio de recorte del gasto (al ya tijereteado presupuesto 2016) tiene implicaciones negativas en la expectativa de crecimiento económico, al menos así lo dejó ver el mercado financiero, pues acto seguido del anuncio, el peso comenzó a perder lo poco que había recuperado durante las últimas horas.

Pues bien, hasta aquí la historia sonaba extraña pero se le daba el beneficio de la duda al Secretario de Hacienda. No obstante el 30 de junio el Banco de México anuncia un incremento en la tasa de interés de 3.75 a 4.25 puntos, la jugada del banco central era contrarrestar el déficit de cuenta corriente con una mayor entrada de dólares, sin embargo esta decisión no tuvo ningún efecto en el mercado, peor aún, la apreciación del peso frente al dólar duró unas pocas horas, para después comenzar nuevamente a depreciarse.

La decisión de Banxico tampoco se entiende, en primera porque actuó de forma sorpresiva, ya que se ha mantenido un perfil de “seguidor” con respecto a lo que decide la FED. En segunda porque a los ojos de muchos, es una decisión que puede tener efectos contractivos en la economía, pues si bien se espera mitigar la cuota de riesgo que se incrementó a raíz del Brexit, la consecuencia de esta alza tiene como puerto final una agudización de la esperada desaceleración económica. Una de las razones por las que se tomó esta decisión, asegura la junta de gobierno del Banco de México, es que se estaba protegiendo al peso y controlando la inflación, lo que se espera que de hecho solo tenga efecto en lo segundo, aunque con el anuncio del alza en las tarifas eléctricas y en el precio de la gasolina es posible que no alcance con los cincuenta puntos de incremento en la tasa de interés, por lo que se ha especulado que en septiembre exista un nuevo incremento quizá a 4.5 puntos, incluso en diciembre podría haber un nuevo aumento para cerrar el año a 4.75. Los resultados obtenidos han sido opuestos a los esperados, se han tomado dos decisiones muy importantes que han sido ineficaces, los inversionistas están insensibles a las carnadas que lanza el banco central mexicano, y es muy complicado entender lo que existe detrás de todo este escenario, pues incluso a los menos optimistas sorprende que el mercado no responda a la alza en la tasa de interés.

Tipo de cambio diario del 8 de junio al 7 de julio de 2016

En principio cabe la idea de que al mercado se le han enviado las señales incorrectas, dado que no han reaccionado como se esperaba, sin embargo también cabe la posibilidad de que exista algo más que mantenga a los inversionistas temerosos de la economía mexicana, algo que no tiene que ver con la situación económica sino con un contexto político y el futuro del país en el mediano plazo. Sin duda no me he quedado con las ganas de formular un par de hipótesis sobre lo que el mercado está percibiendo más allá de las señales que envía el banco central y la actividad económica, no obstante las escribiré en una publicación a parte en los próximos días en este mismo blog.

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