miércoles, 4 de abril de 2012

Que te haya tocado a ti, quizá no sólo sea un privilegio


El 25 de Enero de este año, el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) se reunió para llevar a cabo la selección de las personas que fungirán como funcionarios de las mesas directivas de casilla durante la jornada electoral del 1 de julio. El resultado de la primera insaculación dio como resultado a las personas que hayan nacido en los meses  diciembre y enero, además, se acordó que en marzo se llevaría acabo la insaculación del 10% de los ciudadanos que se encuentran en la lista nominal de electores, de la cual se seleccionarían las mesas directivas de casilla

Tal como se había estipulado, en marzo se reunieron en sesión extraordinaria para realizar el sorteo que daría como resultado la letra del alfabeto que correspondería con la primera letra del primer apellido de los ciudadanos que serian seleccionados como funcionarios de casilla. Dicha letra, resultó ser la “S”.

De esta forma se seleccionó al más de millón de ciudadanos que recibirán y contarán los votos el 1 de julio, repartidos en alrededor de 146,000 mesas directivas de casillas
A todo esto, considero que el IFE comete un error en la forma de elegir a los funcionarios de casilla, básicamente es un error de carácter técnico estadístico que si bien no es para desgarrarse las vestiduras, sí deja mucho que desear de esta institución dados los recursos económicos y humanos con los que está dotada.

El error consiste en que el IFE considera a todo el alfabeto (29 letras), de las cuales selecciona una, combinándose con el resultado del mes del año, cada letra conforma un bloque constituido por cualquier cantidad de apellidos y por su puesto, cada letra no cuenta con la misma cantidad de éstos, ya que la distribución de apellidos en el país no es igual, es decir, no es la misma cantidad de apellidos que uno puede encontrar de la letra “h” que de la letra “ñ”, es claro que existe un sesgo. Aclarando que las letras sí tienen la misma probabilidad de ser elegidas, 1/29 de probabilidad, pues es una elección simple con una variable aleatoria.

Lo anterior conlleva a que el número de personas que serán seleccionadas como funcionarias de casilla se acote pero de una manera desigual, pues no se permite que todas las personas tengan la misma probabilidad de ser elegidas.

Por obvias razones me es imposible tener acceso a la lista nominal, pero el IFE publica las listas de los apellidos que más se repiten en el padrón. La lista nominal se compone de 79,289,123 ciudadanos, el apellido paterno Hernández es el que más se repite con 2,171,471 correspondientes al 2.73% de la lista nominal, además de ser el apellido que más se repite en 14 estados de los 32, si también consideramos el mismo apellido incluyendo los maternos, se repite 4,408,149 equivalentes al 5.55%. El apellido López –considerando únicamente los paternos- se repite 535,242 veces, que corresponde con el 0.67% y es el apellido que más se repite en 5 estados. De aquí le siguen los apellidos García, González, Martínez, Rodríguez y Chan, nótese que tanto García como González comienzan con la misma letra. En resumen, si consideramos los apellidos paternos que más se repiten de la lista nominal, son 3,558,621 equivalentes al 4.48% del total, repartidos en 32 estados. Note que desde el momento que existen apellidos que se repiten más que otros, la distribución de los mismos se vuelve desigual, por lo tanto el mecanismo de sorteo que realiza el IFE no es del todo correcto. Se entiende que se ha venido haciendo de esta manera por conveniencia, pues es una manera rápida de realizar el sorteo, además que utilizan el mismo criterio para cualquier parte del país, no obstante no significa que sea lo adecuado.

Una manera correcta de elegir a los funcionarios de casilla, es considerar las secciones electorales, que son un área geográfica más desagregada que los municipios ya que están compuestas por manzanas urbanas o localidades rurales, las secciones tienen la características que están formadas con respecto a la densidad poblacional contando las mismas con una distribución normal de la población. Lo que debería de hacer el IFE es; por cada sección realizar un sorteo en el que todos los ciudadanos tengan la misma probabilidad de ser elegidos. El problema que quizá enfrentaría el IFE al considerar las secciones electorales sería el tiempo y la logística que esto conllevaría, pues actualmente existen 65,747 secciones electorales. De lo anterior se deduce que tendrían que hacer 65,747 sorteos para elegir a los funcionarios de casilla, sin embargo por elevada que parezca la cantidad, el IFE cuenta con todos los recursos tanto humanos y económicos para realizarlo.

Este error que comete el IFE no condiciona elecciones, ni vuelve vulnerable la democracia del país, no obstante sorprende que una institución de la talla del IFE, con las responsabilidades que carga, no sea purista en el sentido técnico a la hora de realizar la elección de los funcionarios de casilla, pues como ya se mencionó anteriormente, cuenta con todos los recursos para no cometer errores de este tipo.

Dicho lo anterior, -parafraseando al comercial que publicó el IFE en relación al tema del sorteo-, comento que si a usted le tocó ser funcionario de casilla, quizá no sólo sea un privilegio, quizá también sea parte de un error matemático.



lunes, 30 de enero de 2012

Algunas consideraciones sobre la piratería y la falsificación


Durante las últimas semanas se ha estado hablando a través de casi todos los medios de comunicación sobre los temas de falsificación y de piratería, todo con respecto a la ley SOPA (Stop Online Piracy Act) que estaba por aprobarse en Estados Unidos y que básicamente busca detener el flujo de archivos ilegales en la red, así como la protección de los derechos de autor, entre otras cosas. No pretendo explicar nada acerca de la ley debido a que aparte de que no soy experto en el tema, existe una gran cantidad de artículos, incluso videos que explican de manera clara y precisa los detalles de dicha ley.

Mi principal inquietud que quiero externar está relacionada con las descargas de internet como música, videos, películas, libros, manuales, software, etc., todo lo que tenga protecciones de copyright.

Pocas personas se han detenido a explicar por qué las personas descargan contenido ilegal de internet. Básicamente la respuesta a priori puede ser porque no tiene “ningún costo” aparentemente, porque se paga por una conexión a internet de alta velocidad que en relación con los países desarrollados ni es tan veloz y tampoco tan barata.

En los últimos años han surgido millones de foros, blogs y sitios donde se comparten todo tipo de archivos con protección de copyright, la gente accede y puede descargar básicamente cualquier programa, canción, video o lo que desee sin necesidad de pagar por él. Antes de continuar quiero aclarar que lo anterior no es algo que me agrade, pues de cierta forma se afecta a la economía con este tipo de prácticas, sin embargo entiendo perfectamente las razones por la que las personas lo hacen.

Como ya se mencionó anteriormente, tiene que ver con el bajo costo de lo que se consigue ya que los precios de lo “original” suele estar lejos del alcance del ingreso de la mayoría de las familias mexicanas, sin duda esto no es una justificación y tampoco un motivo para que las personas sigan incurriendo en estas prácticas, sin embargo es más responsabilidad de las empresas que son incapaces de generar mejores modelos de negocios que les permitan llegar al mercado de las personas que les gusta disfrutar de muchas cosas a bajos precios, y es que resulta imposible pagar un sistema operativo de $3,599.00, un paquete ofimático (office) de $9,499.00, antivirus de $1,469.00 por mencionar algunos. Además, comprar una película de $250.00, un juego para la consola de almenos $500.00, un disco compacto de su artista favorito $200.00. A lo que se quiere llegar es que es imposible acceder a estos precios para una persona promedio en México, por tal motivo existe gente que incluso paga cuentas Premium de sitios de descarga como el clausurado megaupload.com las cuales costaban hasta U$D 200.00 de carácter vitalicio, lo cual deja claro que sí existen personas dispuestas a pagar cierta cantidad de dinero, pero no tanto. Muchos de los usuarios emplean la lógica de que invertían 200 dólares en una cuenta de por vida, de la cual desquitaban su precio quizás en unos días o en unas semanas, además les daba acceso ilimitado y otros beneficios.

Lo que vale la pena recalcar es que no es que la gente no esté dispuesta a desembolsar dinero para tener software, música, videos, etc., lo que no está dispuesta a hacer es verse estafada por el ineficiente modelo de negocios que impera en las compañías de software y entretenimiento, porque bien se sabe que sacan 1 versión nueva de Windows cada 2 o 3 años, el antivirus lo renuevan cada año, de office lanzan versiones cada 2 años y así sucesivamente. Entonces sucede que las personas tienen que volver a pagar por la nueva versión que dicho sea de paso y citando lo que usualmente se dice cuando lanzan nuevas versiones “mejoran el rendimiento del equipo, se repararon errores y se incorporaron nuevas características” lo cual en mi experiencia nunca se ve reflejado, ya que es un discurso dicho a medias ya que sí, mejora el rendimiento del equipo obviamente adquiriendo nuevo hardware, quitan errores pero cometen otros y las nuevas características tienen que ver conque ahora el color de la ventana se puede poner no en 2, sino en 3 escalas de gris.

Otra parte importante con respecto al software es el que se utiliza con fines académicos, resulta difícil creer que un alumno promedio pague 179 dólares por una licencia de un año de STATA (software estadístico) que seguramente sólo utilizará un semestre de su carrera, o en el mejor de los casos en un posgrado. Lamentablemente siempre se ha buscado cortar el hilo por la parte más delgada y esta tiene que ver con el usuario final, ya que es evidente la incapacidad de generar modelos de negocios que hagan rentable sacar al mercado licencias académicas de corta duración o que se distribuyan en instituciones educativas y centros de investigación a usuarios que las van a utilizar. Es claro que a través de las licencias se debe financiar la investigación que se realiza para el desarrollo de software, pero también quizá deban de entender que puedan tener mayor cobertura introduciendo al mercado licencias accesibles para quienes no pueden pagar una licencia comercial o personal pero que requieren el uso del software.

Es destacable lo que ha hecho Microsoft en este sentido ya que para su versión más reciente (Windows 7) incorporó 6 diferentes tipos de licencia, ninguna es gratis obviamente pero la más barata oscila en los 799 pesos y la más cara ronda los 3,599 pesos, sin embargo olvidó hacer lo mismo para sus versiones de office. También STATA ha adecuado sus licencias para 4 diferentes tipos de usuarios, no obstante la licencia más barata es de 179 dólares de uso académico personal. Lo lamentable es que hemos sido educados informáticamente en la plataforma de Windows, el monopolio de Microsoft que poco a poco va perdiendo mercado frente a Apple, hace unos 5 años dominaba totalmente el mercado Mexicano, lo negativo de esto es que si bien resulta cómodo que todos usen el mismo sistema operativo, los desarrolladores de software en ese entorno de confort solamente diseñaban software para Windows, ahora, más recientemente comienzan a desarrollar software de forma paralela tanto para Windows como para MacOS. Lo anterior representa una desventaja para el usuario ya que lo incapacita de poder utilizar software libre de código abierto, impidiendo que ese usuario realice las mismas actividades y operaciones como si las realizara en cualquier otro sistema. Incluso organismos gubernamentales como INEGI, Banco de México, SAT han desarrollado herramientas de software para realizar búsquedas y operaciones en sus portales de internet y están diseñadas para funcionar en el sistema operativo más popular que es Windows, lo cual deja sin alternativa a los usuarios. Por tal motivo, es imposible hablar de frenar las descargas de internet y detener la piratería si antes no existe una diversificación de productos tanto de empresas privadas como públicas.

Particularmente yo trataría las descargas con contenido multimedia por separado, ya que es una lógica distinta la que percibo, ya que la música y el cine son considerados como arte y como tal son necesarios divulgar. Aquí lo que quisiera resaltar es la lógica de acumulación y enriquecimiento por parte de las compañías disqueras y cinematográficas, además de su falta de capacidad de –insisto- generar mejores modelos de negocios, por una parte, un mexicano hace un esfuerzo por pagar un concierto que no son baratos y por pagar entradas al cine que tampoco son baratas y que además, se sabe no sólo se pagan entradas cuando uno visita el cine, y tampoco sólo se paga un boleto para un concierto sin generar derrama de dinero, es decir, las compañías disqueras y cinematográficas recaudan dinero a través de las taquillas tanto en cines como en teatros, estadios, y en general en cualquier lugar donde se presente el artista, el cantante o la película, sin considerar los consumos de los usuarios en otras cosas como alimentos, bebidas y souvenirs, todo un negocio redondo. Por tal motivo desapruebo que saquen discos compactos al mercado a precios tan elevados, cuando de entrada ese dispositivo ya está siendo desplazado por los reproductores de mp3, los cuales son más portables y les caben más canciones, de igual forma aplica la misma lógica con las películas, que desde mi punto de vista es una actividad aún más lucrativa que la música. A todo esto las compañías disqueras se niegan a seguir invirtiendo en investigación y tecnología para poner sellos digitales a sus discos, incluso suena incongruente que Sony promocione sus dispositivos reproductores de mp3 los cuales no cuentan con ningún tipo de mecanismo antifalsificación y antipiratería como el iPod de Apple y además se queje frecuentemente de que falsifican sus discos o están disponibles en descarga gratuita en internet, de la misma forma la misma compañía (Sony) fabrica grabadoras/copiadoras de CD, DVD y recientemente de Blu-Ray.

Es importante que no se trate de cortar el hilo por la parte más delgada, las leyes antifalsificación no solucionan el problema, sólo ayudan a controlarlo momentáneamente porque después de algunos meses seguro salen dispositivos o mecanismos que burlaran todas las medidas de seguridad que puedan poner, cerrar los sitios de descarga como megaupload seguro logrará que ahora se utilicen servidores situados en países donde son legales los respaldos de información como en Chile o en Rusia, quizá se regrese al método de descargas P2P (Person to Person). Difícilmente los gobiernos a favor de la ley SOPA han dimensionado las consecuencias de todo esto, se hablaba que los proveedores podrían analizar cada paquete de datos enviados a través de su red, pero seguramente no lo harán, almenos no en México porque no cuentan con la infraestructura ni con la tecnología necesaria para realizarlo, como siempre cortarán el hilo por la parte más delgada, simplemente bloquearán en su red una lista de direcciones web para que no puedan acceder desde ninguna computadora, similar a lo que hacen en China (sí, en la criticada dictadura China).

Aun así, sigo siendo optimista y no veo una catástrofe en todo esto, tampoco me desanima si en algún momento logran aprobar parcial o totalmente la ley SOPA, lo veo como una oportunidad para que florezca como lo debió haber hecho desde hace varios años el software libre y logren derrocar los imperios de la informática y el software que compran campañas presidenciales y que si están en el mercado es gracias a los usuarios y que lamentablemente es siempre a quien más terminan perjudicando, porque tampoco ellos hacen las cosas también. En este sentido, hay formas de hacer las cosas y definitivamente estoy convencido de que si quieren implementar leyes antifalsificación que lo hagan, seguramente beneficiará a la economía, pero debe de hacerse el cambio de fondo, pero además añadiría que la implementación de estas políticas deberían venir acompañadas de un mayor gasto en la investigación y desarrollo de software, además de otorgación de créditos a pequeñas y medianas empresas que se dedican al desarrollo de software y que manejan código abierto para no dejar atado de manos al usuario que finalmente es por quien están llevando a cabo todo esto pero también es a quien terminan afectando.