Lo primero que debemos considerar, es el sistema de elección en EEUU, que no está basado en la mayoría absoluta de votos sino en la mayor cantidad de colegios electorales. Si quieren conocer cómo es la mecánica de elección en EEUU, pueden consultar aquí un material bastante preciso al respecto.
Hasta el día de la elección, las encuestas daban ventaja a Hillary Clinton (HC) de 46% sobre 43% de Donald Trump (DT). De hecho, durante buena parte del día, las expectativas no cambiaron hasta que comenzó el conteo en el estado de Florida. En la siguiente gráfica son mostradas las tendencias de ambos candidatos, de hace un año a la fecha.
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Gráfica 1. Preferencias electorales, julio 2015-noviembre 2016. |
La diferencia reside en el sistema de elección de EEUU, DT ganó 279 colegios electorales frente a 228 que ganó HC. Al ser la diferencia mínima, de haberse mantenido el pronóstico de las encuestas, posiblemente estaríamos hablando de un triunfo de HC, no obstante, es necesario profundizar en los resultados para hallar explicaciones.
Pues bien, como alguien preocupado por los temas geográficos, la distribución espacial de los votos es algo que me llamó poderosamente la atención. Observemos, por ejemplo, un estado clave como Florida, el cual aporta 29 votos electorales y que en términos absolutos representa, aproximadamente, 10 millones de votos. HC ganó en las ciudades importantes como Miami, Tampa, Orlando, Tallahassee en donde consiguió 4.5 millones de votos, DT, por su parte, dominó en el resto del estado.
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Gráfica 2. Distribución de votos en Florida |
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Gráfica 3. Distribución de votos en Carolina del Norte |
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Gráfica 4. Distribución de votos en Ohio |
Las encuestas fueron incapaces de predecir esto porque no hay forma de obtener información con representatividad a nivel de recinto electoral, pues sería sumamente costoso y además tomaría demasiado tiempo. El mayor nivel de desagregación que tuvieron las encuestas fue estatal, en donde seguramente las grandes ciudades fueron las principales unidades de muestreo, esto sobreestimó los resultados favorables para HC. Sin embargo no contaron con que DT abarcaría un gran volumen de recintos, equiparando las cantidades de votos a HC. Hace no más de dos semanas publicaron una encuesta en donde HC aparecía como ganadora en Florida, lo que llevó al diario NYT asignarle una probabilidad de 80% de ganar la elección. La enseñanza de esto, es que el espacio debe considerarse a la hora de llevar a cabo las encuestas, sobretodo por estos patrones recientes de polarización de las tendencias de voto. Actualmente existen técnicas disponibles que permiten ponderar geográficamente las unidades de muestreo, permitiendo recabar datos de lugares en donde una distribución aleatoria simple no permitiría llegar, esto mejoraría considerablemente la precisión de estimación, que dicho sea de paso, obedece a un proceso estocástico, en consecuencia, está sujeto a un error probabilístico.
Algo que es sumamente interesante de contrastar es que este tipo de patrón de distribución de votos, estuvo presente en la votación del Brexit. El siguiente mapa, muestra los resultados del plebiscito que iba a definir su el Reino Unido permanecía o salía de la Unión Europea.
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Gráfica 5. Distribución de votos del Brexit. |
Esto vuelve inevitable preguntarse ¿ante que estamos? ¿que está sucediendo en estas sociedades en donde la democracia y el progreso económico parecían intocables? Mi hipótesis es que es un problema de desarrollo. Las regiones periféricas o semi-periféricas de estos países, que se mantienen fuera del espectro de las grandes ciudades, no tienen posibilidades de subirse al tren llamado desarrollo. La riqueza y oportunidades no se desbordan de las grandes urbes, lo que condiciona el progreso de las localidades más pequeñas, ampliando la brecha entre ricos y pobres. La población de EEUU lleva al menos veinte años en un declive de su poder adquisitivo, el discurso del candiadto DT encajó a la perfección con el deseo de superar este tipo de problemas, sumado al hartazgo de los políticos tradicionales que son insensibles ante los problemas sociales. Los políticos tradicionales son caracterizados por manejarse de una forma ecuánime, buscan persuadir de una forma asertiva al electorado para que depositen su confianza en ellos, el candidato republicano salió de todo guión político ortodoxo, incluso su discurso atrabancado y sensacionalista, provoca empatía con ciertos sectores de la población.
La falta de oportunidades antes mencionada, combinada con el hartazgo provocado por la insatisfacción de gobernabilidad recibida hasta el momento, son una combinación que han intoxicado a la población y la han llevado al borde de la desesperación, ante esta situación, las decisiones que se toman no necesariamente son las mejores, de hecho, supongo que son una clase de experimento, bajo la premisa de "a ver qué sucede". Las cúpulas de poder se benefician, para el grueso de la población quedan unas cuantas migajas, lo cual evita una mejor distribución de la riqueza. Con esto, no quiero decir que el candidato DT represente un cambio verdadero del paradigma político-económico. De hecho, es un grave riesgo que corren todos los países, que en algún momento lleguen este tipo de sujetos con discursos sensacionalistas, que a pesar de hallarle profundas deficiencias (racista, xenófobo, misógino), se convierta en una ruta viable ante la lógica de "más de lo mismo" o elegir "el menor de los males". Para esto, no es necesario mirar fuera de nuestro país, recordemos que, con sus respectivas dimensiones, Fox representó ese "fuera de guión" en su momento, ese personaje torpe para dar declaraciones, botudo, sombrerudo, grosero, pero que decía "YA basta de lo mismo". Recientemente, el alcalde de un municipio de Nayarit, que afirmó que "sí robó, pero poquito" y que después ganó en otra elección, son botones de muestra que reflejan este tipo hartazgos. La miseria de la mayoría de los políticos hace ver "honestos" a aquellos que incluso reconozcan públicamente que han robado, por el simple hecho de reconocerlo. Posiblemente "el bronco" también pueda incluirse en estos ejemplos. Esto deja en una cuerda floja el futuro de nuestros países, entidades, municipios, ya cualquiera puede comandar una nación, un estado, no es necesario pertenecer a la política, sino saber despertar la quitud de las masas, elegir las palabras correctas y decirlas en el orden preciso para acarrear simpatizantes. El futuro del mundo está a prueba, esperemos que el experimento no se salga de control.
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