miércoles, 23 de febrero de 2011

Reconceptualicemos al transporte público en Tampico y su zona metropolitana

El transporte público es uno de los servicios fundamentales con los que debe contar una ciudad. Conforme pasa el tiempo, el crecimiento de las ciudades es inevitable detenerlo, y con esto crecen también necesidades, inminentes al desarrollo y la urbanización; principalmente trabajar, dar un paseo, ir al cine, visitar familiares, ejercitarse, etc. En la mayoría de los casos para realizar estas actividades es necesario trasladarse de un lugar a otro, dígase de nuestro hogar hacia centros de trabajo o lugares a los que simplemente uno necesita ir. Para hacerlo en una ciudad de casi 300 mil habitantes como Tampico, sin contar los más de 400 mil que suman entre los municipios de Altamira y Madero, es imposible realizarlo a pie. Para esto es necesario un medio que nos transporte de una manera eficiente, con poco esfuerzo, a bajo costo, con seguridad, con comodidad. En el papel es lo mínimo que uno espera cuando aborda una unidad de transporte urbano, sin embargo, es lo menos que uno recibe.

Es común toparse en esta ciudad con unidades en mal estado aunque no es una regla generalizada, hasta cierto punto la modernización del transporte a la zona ha llegado más rápido que lugares como a la frontera norte. Alguien que está al pendiente de los detalles podrá percatarse que existen muchas irregularidades en el accionar del transporte público y por si fuera poco, también hay una terrible concepción de éste a nivel generalizado. Es cuestión de poner un pie encima de cualquier autobús y empezar un viuacrucis, primero es constante encontrarse con ruidos estruendosos dentro de una unidad, luces color neón que en ocasiones uno piensa dos veces si se ha subido a un autobús o a una discoteque móvil. Hay ocasiones en las que uno es testigo del mal uso que se le da a los radios de intercomunicación con los que algunas unidades cuentan, debido a que si no van platicando o planeando la fiesta que organizarán el sábado, van informándose acerca de las mujeres atractivas que se encuentran en el camino y vanalidades de ese tipo, además con un leguaje bastante primitivo y poco ortodoxo, dañino para las personas ajenas a esos ambientes en los que se desenvuelven los choferes. No estoy diciendo con esto que yo sea una persona que no dice palabras altisonantes, lo digo por mi abuela, mi madre, mi prima, mis primos pequeños, que ninguna necesidad tienen de escuchar ese tipo de discursos bastante deplorables.

A todo esto, me pregunto ¿en dónde están las autoridades para regular todo este tipo de arbitrariedades? ¿en dónde está el cuerpo de tránsito para sancionar a los conductores de las unidades de transporte público?

Tal parece que nadie se percata de las inconsistencias que existen y están ante nuestros ojos, de las personas que utilizamos el transporte público y día con día tenemos que lidiar con este tipo de situaciones indeseables para cualquier persona. Nunca he visto a nadie que se pare y exija a un conductor que modere la velocidad, que conduzca con prudencia, que otorgue el pase a los peatones, que respete los señalamientos de tránsito, que module el volúmen de la música, que apague las lámparas fluorescentes y encienda las luces blancas como lo indica el reglamento de tránsito, que no hable por celular mientras conduce, que se controle a sí mismo. No obstante, entiendo que nadie lo haga, porque yo lo he hecho y en innumerables ocasiones he discutido con los conductores, ah, porque si uno les dice que están equivocados, sea el tono que sea, éstos se ofenden a tal grado de querer solucionar el problema a golpes. Con base a lo anterior, surgen más preguntas, ¿y el número telefónico para quejarse? lo he intentado utilizar muchas veces, nadie contesta, cuando contestan piden datos de la unidad, número de ruta, datos del conductor, horario, etc. Lo que me lleva a pensar que existe una completa anarquía en uno de los servicios pilares de las ciudades desarrolladas. Por una parte, no existe una conciencia de parte de los conductores, nadie les ha comunicado que son prestatarios de un servicio público, que trabajan para servir a las población, no sus intereses personales, las personas, que desconocen sus derechos y los lineamientos que rigen el transporte y no se involucran en conocer acerca de éstos para poder exigir lo que está estipulado. Del cuerpo de tránsito que tampoco dimensiona el riesgo y el peligro que corren las decenas de personas que van abordo de una unidad, mientras prefieren de una manera mezquina aposarse bajo la sombra de un arbol con un radar a levantar infracciones de alta velocidad. De los gobiernos locales que no han podido en primer lugar; identificar el problema, segundo lugar; controlar la situación de los concecionarios a quienes no se les regula en la estipulación de sus tiempos de operación ni condiciones de las unidades que utilizan para prestar el servicio de transporte.

Es necesario que vayamos hacia una nueva concepción y percepción del transporte. Entender que no solo se trata de subirse a una unidad movil que pasa por el lugar al que necesitamos ir, es necesario comprender que un transporte eficiente, lleva a desincentivar el uso del automóvil, trayendo consigo menores congestionamientos viales y menores emisiones de Co2 a la atmósfera. El transporte además permite disfrutar de recorridos a través de la ciudad, pudiendo ser un argumento a favor para no desincentivar el turismo que visita la zona.

En este sentido propongo que como ciudadanos tomemos conciencia de estos asuntos, dimensionemos la magnitud de los problemas que traen consigo estas situaciones, que exijamos en un marco de legalidad y respeto nuestros derechos, en un sentido amable y cordial.

Exhortar a las autoridades a que se preocupen por dar solución a todas las anomalias que existen en el transporte público, que regulen de manera adecuada a los concesionarios, que se apeguen a lo estipulado en el reglamento de tránsito y transporte. En ese mismo sentido, que se ponga a disposición un departamento al que un ciudadano pueda ir a quejarse de irregularidades, sin tanto requerimiento ni burocratización.

Sin entrar en más detalles pongo a disposición el reglamento de tránsito y transporte vigente para el estado de Tamaulipas, en donde podrán consultar a partir de la página 23, todo lo relacionado al transporte, en donde se darán cuenta que diariamente nos encontramos ante una serie de rompimiento de reglas y ni enterados estábamos.

Descarga aquí, reglamento de tránsito y transporte de Tamaulipas